Porque nuestro valor no se mide en la capacidad de ser como los demás, sino que todos somos únicos, el programa de Educación Inclusiva con Perros se centra en aquellos niños y niñas en situación de vulnerabilidad social y su entorno.

Pertenecientes a programas de Integración de colegios públicos, aprenden a través del animal a potenciar sus habilidades y superarse a sí mismos, descubriendo que ellos también tienen mucho que aportar a sus compañeros/as y ayudando a encender la chispa del cambio en la actitud, que les permita además crear nuevos lazos de amistad, basados en el respeto y la solidaridad.

El programa de Educación Inclusiva con perros es un programa diseñado para facilitar el proceso de aprendizaje, por un lado, y de Integración y normalización por otro, de niños y niñas en situación de vulnerabilidad en entorno escolar. En este programa se trabaja con el vínculo que se crea entre el perro y la persona, para fomentar el desarrollo de sus capacidades y la participación en el ambiente educativo. Incluye, tanto la parte curricular: el niño como estudiante ante las destrezas curriculares; como la extracurricular: el niño como persona para enfrentarse y adaptarse a su entorno escolar: concepto y autoestima, habilidades sociales, tolerancia a la frustración, etc. y todas las actividades necesarias para su aprendizaje y participación. Todo ello se realiza a través de juegos educativos e integradores con la ayuda del perro, para él o con su ayuda. De este modo, se interviene en la base del menor con sus tres pilares fundamentales dentro de la educación: el individual, el social y el familiar, consiguiendo una intervención global.)

Qué es la EAA

Los programas de Educación Asistida con perros son programas diseñados para facilitar el proceso de aprendizaje, estableciéndose objetivos propuestos por los educadores del centro educativo. En la Educación Asistida con Animales (EAA), en este caso con perros, se trabaja con el vínculo que se crea entre el perro y la persona para fomentar el desarrollo de sus capacidades y la participación en el ambiente educativo y de integración. En estas intervenciones el perro forma parte de las sesiones siendo uno de los ejes fundamentales, marcando de ese modo, una clara diferencia con las intervenciones educativas más convencionales. Además de aportar una gran espontaneidad, puede conseguir aumentar la motivación de las personas que reciben este tipo de sesiones educativas y, por ello, favorecer la consecución de los objetivos que se habían marcado al inicio de la intervención.